Shelter City Costa Rica: protección integral para personas defensoras de derechos humanos en Centroamérica

Las personas defensoras de derechos humanos en Centroamérica en el punto de mira

La persecución de las personas defensoras de derechos humanos es cada vez más frecuente en nuestros países. Esta persecución se concreta mediante estrategias de criminalización, acoso y violencia. Las defensoras y los defensores enfrentan detenciones, acusaciones falsas, procesos legales largos, costosos e injustos y, en algunos casos, largas penas de cárcel. En muchos países incluso se han aprobado normativas que buscan facilitar la detención de estas personas para impedir que puedan seguir desarrollando su trabajo a favor de los derechos humanos.

La expresión más extrema de esta persecución es el asesinato. Según datos de Front Line Defenders (FLD) en 2015 fueron asesinadas 156 personas defensoras en 25 países del mundo. Para 2017 esta cifra se había duplicado, ese año fueron asesinadas 312 personas en 27 países distintos. Asimismo, la mayoría de esos asesinatos, casi 7 de cada 10 (68%), ocurrieron en América Latina. Son las defensoras y los defensores de la tierra, el medioambiente y los derechos de los pueblos indígenas quienes enfrentan un mayor riesgo, fueron 67% de las personas asesinadas en 2017.

La situación también es grave en Centroamérica, según los últimos datos de FLD disponibles, en 2017 fueron asesinadas 21 personas defensoras de derechos humanos en la región: 11 en Guatemala, 7 en Honduras y 3 en Nicaragua. Es de destacar además que la violencia aumentó en Honduras y Guatemala en el contexto de crisis políticas. Concretamente, en Honduras al menos 12 manifestantes fueron asesinados y asesinadas tras el proceso electoral.Además, en Centroamérica los informes de FLD también reportan el aumento de ataques en contra de defensoras de derechos humanos. Los ataques dirigidos a ellas están marcados por las dinámicas propias de la violencia contra las mujeres. Así, se han detectado amenazas de violencia y tortura sexual, difamaciones en las redes sociales y ataques dirigidos a familiares. FLD recibió denuncias de este tipo de ataques en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras.

También han aumentado los ataques contra defensores y defensoras LGTBI en El Salvador y Honduras. Estos ataques cuentan con fuertes características de homofobia y transfobia.

Además, recientemente en Nicaragua se vive una crisis que ha incrementado la violencia contra la sociedad civil. La persecución y las detenciones de defensores y defensoras preocupa y ha alertado a la comunidad internacional sobre la fragilidad de la democracia y la violación de los derechos humanos.

¿Qué es Shelter City Costa Rica?

Ante esta creciente persecución de las personas defensoras de derechos humanos, las organizaciones de la región buscan fortalecer las estrategias para su protección. Sin embargo, en ocasiones, la única opción para resguardar la integridad y la vida de las defensoras y los defensores es la reubicación temporal.

Para dar respuesta a este contexto surge el Programa Shelter City Costa Rica. Se trata de un programa de protección integral y reubicación temporal dirigido a personas defensoras de derechos humanos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. En el marco de este programa las personas defensoras son reubicadas en Costa Rica por un plazo aproximado de tres meses. Durante su estancia en Costa Rica un equipo interdisciplinario especialista en seguridad integral (digital, física, psico-emocional, legal) acompaña a las personas defensoras en el fortalecimiento de sus herramientas para la protección en el marco del trabajo que realizan en sus países. Se trabaja además en una estrategia de retorno que les permita volver a sus actividades en su país de origen en condiciones de menor vulnerabilidad.

Este programa se enmarca en el programa global Shelter City que cuenta con 11 albergues en diferentes países del mundo. Además, cuenta con el apoyo de la Embajada de los Países Bajos en Costa Rica.

¿Qué es el enfoque de seguridad integral?

El concepto de seguridad puede responder a definiciones muy diferentes. De hecho, con frecuencia desde enfoques basados es un concepto de seguridad determinado se busca justificar los procesos de militarización, la políticas de mano dura, el control social o el recorte de derechos civiles.

En este sentido, desde el enfoque de seguridad integral buscamos re-definir un concepto de seguridad apegado al resguardo y la protección de los derechos humanos. Asimismo, buscamos incorporar diferentes componentes necesarios para garantizar esa seguridad integral. Se trata de dejar las visiones fragmentadas, que no nos permiten atender adecuadamente todos los ámbitos de la seguridad, y nos dan una falsa sensación de confianza.

En términos generales son cuatro los principales aspectos a considerar: la seguridad física, la seguridad psicosocial, la seguridad legal y la seguridad digital. Además, desde este enfoque buscamos mantener abierta la posibilidad de incorporar nuevos ámbitos de trabajo. Por ejemplo, la seguridad política y cultural es una preocupación creciente.